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Hablar en público: cómo ser un orador exitoso

En otras entradas nos hemos ocupado cómo lograr una comunicación eficaz, qué estrategias usar y qué errores evitar. Y en ese mismo tren de mejorar como comunicadores integrales, hoy nos vamos a concentrar en aquello que necesitamos para convertirnos en oradores de éxito.


12 técnicas para hablar en público

Para hablar en público es necesario dominar una serie de habilidades de comunicación que nos permitan cautivar a la audiencia y mantenerla entretenida y atenta. Además, la práctica de estas habilidades nos permitirá superar el miedo escénico, el cual afecta negativamente a la comunicación tanto en el lenguaje no verbal como verbal. Acá te contamos 12 técnicas para convertirte en un orador excepcional:

1. Creé en vos mismo

Es importante aumentar el nivel de seguridad que tenemos en nosotros mismos. La autoconfianza es fundamental: debes confiar en vos mismo, en tus capacidades y en tus conocimientos.

2. No te juzgues

Lo esencial es el discurso, no el orador, y eso es lo que importa al público: la información que le estemos aportando y la sensación que seamos capaces de transmitirle.

3. Aprendé a ignorar los nervios

Sentir nervios antes de una presentación es completamente normal. Se trata de la respuesta del organismo ante un desafío: el corazón bombea más rápido para irrigar todas las zonas de nuestro cuerpo; la respiración se acelera para proporcionar oxígeno; los músculos se preparan para el movimiento y aumenta la temperatura corporal. Todo el cuerpo está listo para ayudarnos a afrontar el reto de hablar en público. Eso es todo, no hay que darle más importancia que esa.



4. Aprendé técnicas de respiración y relajación

Si los nervios son muy intensos, será necesario aprender técnicas de respiración (como la respiración diafragmática) y de relajación, por ej., la relajación muscular progresiva de Jacobson. Poniéndolas en práctica conseguiremos disminuir la respuesta fisiológica a los nervios.

5. Ejercitá la imaginación

En ocasiones el cerebro no distingue la realidad de la imaginación, por eso es bueno imaginar previamente la situación en la que uno mismo habla en público adecuadamente con el máximo detalle posible. Cuando se hable en público, el cerebro no interpretará esta situación como totalmente nueva, porque para él ya ha sucedido, aunque sea en imaginación.

6. Dominá tu tema

Conocer a fondo el tema es la base para dar un buen discurso: nos da mayor sensación de autoconfianza, mayor conocimiento para preparar los puntos importantes de la charla y también poder contestar las preguntas del público.

7. Tené claro tu objetivo

Saber qué queremos comunicar y qué debemos transmitir es indispensable para tener una buena guía de nuestro discurso. El objetivo, además, debe aparecer en la conclusión.

8. Prepará tu discurso

Planeá un guión con las ideas principales, el esqueleto de tu discurso. Cuanto menos se deje al azar, mejor; especialmente si recién estás empezando a hablar en público. TIP: empezá a preparar el guión por la conclusión y luego trazá el camino para llegar a ella.

9. Sé natural

Es recomendable optar por un lenguaje claro y sencillo, fácil de comprender, e intentar no divagar ni perder el hilo de las explicaciones. Además, conviene evitar el exceso de información y el contenido demasiado intelectual.

10. Conocé tu audiencia

Conocer las características del público a quien le estarás hablando te permitirá adaptar tanto la información como la manera de darla. Será necesario que te pongas en el lugar de los asistentes para hablarles de aquello que les resulte interesante y en un lenguaje que se ajuste a su comprensión.


11. Creá un buen ambiente con tu público

La empatía que puedas lograr con tu audiencia será clave para el éxito de tu presentación. Eso se puede conseguir siendo honesto, explicando alguna anécdota interesante o divertida e interaccionando con la audiencia: se puede hacer un halago, una pregunta dirigida al público, incluso utilizar el humor (si el tema lo permite), etc.

12. Aprendé a hacer un buen uso del silencio

Una pausa en el discurso puede ser una buena estrategia para dejar a la audiencia pensando, procesando la información, o reflexionando. Podría utilizarse después de una frase importante, una explicación de peso o la formulación de una pregunta. Además, el silencio permite llamar la atención y crear expectación. En este caso, se puede utilizar antes de contestar a una pregunta, antes de seguir con una parte importante del discurso o antes de desvelar una información.

Algunos trucos extra:

  • Anotá tus temores y metas.

  • Anota tus miedos y especifica cómo te han frenado, tanto en el ámbito profesional como en el personal. Luego cambia de estrategia y escribe las diferentes formas en las que el hecho de superar este miedo puede ayudarte a avanzar.

  • Grabate a vos mismo hablando sobre tus temores y objetivos al hablar en público. El hecho de ponerte delante de la cámara ayuda a que hablar frente a otras personas resulte más fácil en el futuro y te empuja a pensar en cómo estructurar mejor tu historia.

  • Grabá tu discurso varias veces y criticate en cada una de las grabaciones. Grabarte durante solo tres minutos al día es la mejor inversión que puedes hacer para mejorar tus habilidades de oratoria. Aunque te dé vergüenza verlas, seguí adelante y anotá tus puntos fuertes y débiles.

  • Contale una historia a un amigo de confianza. Simplemente compartí una historia que algún día podrías querer contar a un grupo más grande de personas.

  • Asistí a alguna charla y hacé una pregunta. Es una buena forma de ganar más confianza al convertirte brevemente en el centro de atención.

  • Publica en las redes sociales videos de vos mismo hablando. Podés usar las Stories de Instagram, Facebook o YouTube, y contar alguna cosa de tu vida cotidiana. Para los que son reacios a hablar en público, este podría ser un gran ejercicio.


Últimas recomendaciones:

  1. La ley de primacía y la ley de recencia dicen que recordamos el inicio y el final del contenido, por tanto, estas dos partes son claves y requieren mayor esfuerzo y preparación. Concretamente, la última frase del discurso tiene una gran importancia, ya que impulsará o no el aplauso del público.

  2. La comunicación verbal y la no verbal. Como, por ejemplo, el tono de voz, la expresión de la cara y la postura corporal.

  3. Evitar decir la típica frase "Yo no soy bueno hablando en público" antes de hacer la presentación o durante la misma. No es bueno que el público se crea esta frase, y mucho menos si se la cree el propio orador.

  4. Evitá las excusas. No es recomendable excusarse por el material o por algún aspecto del discurso.

 

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¡Wooow! Son muchas cosas para tener en cuenta si queremos dominar las habilidades para hablar en público y ser oradores exitosos. Por eso hay que ser constantes y practicar.

Pero una vez que la técnica empieza a fluir, tus discursos saldrán en piloto automático y cada vez mejor.

¿Cómo te sentís hoy como orador? ¿Vas a poner en práctica alguna de estas técnicas? ¿Tenés alguna otra para agregar? ¡Dejanos tu comentario!

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